


Problemas oculares:
Un mal control de la Diabetes, trae consigo consecuencias que pueden provocar una discapacidad permanente en las personas. Los niveles de glucosa elevados en exceso afectan los nervios y algunos órganos del cuerpo, que de no tratarse a tiempo, pueden terminar incapacitando a las personas.
Los ojos son de esos órganos que resultan afectados. El daño ocurre lentamente en la retina, pues las altas concentraciones de glucosa (y también la presión arterial elevada) que no se controlan, con el tiempo dañan los pequeños vasos sanguíneos localizados en esta parte del ojo.
Sucede que estos pequeños vasos se inflaman, se debilitan y posteriormente no dejan circule la sangre necesaria. Esta primera fase no causa pérdida de visión; no obstante si se deja progresar a la enfermedad, se van formando nuevos vasos sanguíneos, los cuales son débiles y se romperán fácilmente, derramando sangre en el humor vítreo del ojo (un líquido gelatinoso que llena la parte posterior del globo ocular) y obstaculizando que la luz llegue a la retina.
Puede que esta sangre se limpie eventualmente, aunque no es del todo seguro y en algunos casos puede requerir cirugía. Las consecuencia grave es cuando los neovasos, inflamados y débiles comienzan a cicatrizar y con ello hacer que la retina se desprenda por tracción de este tejido cicatrizal, provocando ceguera.
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¿Qué hacer cuando hay problemas en los ojos?
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Cómo siempre lo más importante en estos casos es la prevención. Mantener controlados el nivel de glucosa así como la presión arterial, adherir a un régimen higiénico dietético, ir a una revisión planificada con el oculista y no fumar.
Si las complicaciones son mayores, es necesario acudir inmediatamente al médico especialista para una evaluación a fin de descartar lo que podría ser glaucoma o cataratas.
Para las mujeres embarazadas y con Diabetes es necesario que acudan al oculista durante el primer trimestre de gestación (si aun lo está planeado, preguntar al médico sobre la pertinencia de realizarse un examen de la vista).
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Síntomas de problemas oculares
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Si se sospecha que hay daños a la retina provocados por la Diabetes, hay que poner atención a las siguientes manifestaciones o síntomas
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Dolor o presión en los ojos (uno o los dos).
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Ver anillos de luz, luces centellantes o puntos ciegos (en los extremos de campo visual).
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Manchas y sombras flotantes obstaculizando la visión.
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Visión borrosa, o doble.
La retinografía es, en la actualidad, una de las pruebas más efectivas para el diagnóstico precoz de la retinopatía diabética. Esta prueba proporciona un alto nivel de precisión en la fotografía de la retina y facilita las revisiones oculares periódicas, evitando desplazamientos y largas esperas.