
Retinopatia Diabética
Es la primera causa de ceguera en el mundo occidental. La diabetes (aumento de azúcar en la sangre) lleva asociada una alteración de los vasos sanguíneos de todo el organismo; al ser tan pequeños, los vasos de la retina son los primeros en verse alterados: La exploración del fondo de ojo nos puede permitir saber como se encuentran los otros vasos sanguíneos del organismo y predecir la evolución de la diabetes en otros órganos.
Hay dos formas en que la diabetes puede afectar a la retina:
1. Retinopatía Diabética de Base o de Fondo: Los vasos sanguíneos alterados permiten la filtración del suero que llevan dentro y encharcan la retina (edema macular) disminuyendo la visión central del paciente. Éste conserva la visión lateral que le permite defenderse por si mismo, pero no puede leer ni reconocer caras.
2. Retinopatía Diabética Proliferativa: Los vasos sanguíneos se cierran y dejan sin riego amplias zonas de la retina. Estas zonas se mueren, pero llaman pidiendo auxilio: Forman un producto que intenta atraer hacia ellas nuevos vasos sanguíneos (Neovasos) . Estos neovasos, en lugar de arreglar las cosas, lo que hacen es estropearlas, ya que se forman tan rápidamente y tan mal, que tienden a romperse y sangrar (Hemorragia Vítrea) llenando toda la cavidad interna del ojo de sangre.
Además, para llegar a las zonas faltas de riego, los neovasos crean unas membranas fibrosas que les sirven de apoyo; estas membranas cubren la retina y al contraerse provocan desprendimientos de retina; también pueden invadir los desagües de salida del líquido que se forma dentro del ojo y que sirve para 'inflarlo' y darle forma. Al no tener salida este líquido, se produce una subida de presión muy alta dentro del ojo (Glaucoma maligno).
Por estos tres mecanismos: Hemorragia Vítrea, Desprendimiento de Retina y Glaucoma maligno, el paciente diabético puede perder la visión por completo.
Afortunadamente tenemos formas de evitar este desenlace:
1. Control: Dentro del tratamiento integral de la retinopatía diabética, es vital el control estricto de la diabetes y la hipertensión del paciente. De nada sirve que se trate el ojo si todos los vasos sanguíneos del organismo continúan deteriorándose por una mala regulación de la diabetes. Es fundamental el buen control endocrinológico.
2. Láser: El tratamiento con láser de las zonas dañadas, destruye las células hipoxicas, de forma que dejan de pedir auxilio: deja entonces de producirse el factor que forma los vasos sanguíneos anormales y ‚estos, al faltarles el factor alimentador, con el paso del tiempo acaban desapareciendo.
De esta manera se consigue que la mayor parte de aquellos pacientes que, sin tratamiento, hubieran llegado a la ceguera completa, conserven cierto grado de visión.
Sin embargo, el láser se ha mostrado mucho menos efectivo para recuperar la visión central, cuando‚ éste se encuentra ya afectado por la retinopatía. No obstante, en muchas ocasiones se puede mejorar también el edema macular. Pero es fundamentaldiagnosticar y tratar la enfermedad a tiempo, por lo que todo diabético debe hacerse una revisión del fondo de ojo al menos una vez al año.
Vitrectomía
La Vitrectomía es una acto quirúrgico especialmente diseñado para quitar el gel vítreo (el gel transparente que se ubica por dentro toda la cavidad ocular). Su exeresis puede ser necesaria por que se opacifica y deja de ser transparente, a causa de múltiples enfermedades (por ejemplo, tras inflamaciones o hemorragias); también puede ser necesario realizarlo en casos complejos de desprendimiento de retina, en casos de membranas adheridas a la retina o por debajo de la misma, en caso de agujeros maculares y en algunos casos de traumatismos o heridas oculares graves.
La vitrectomía mejora la visión del paciente porque quita el material opaco que tiene la cavidad dentro del ojo. Otra función de la vitrectomía es eliminar tracciones que provocan desplazamientos, arrugamientos y levantamientos de la retina. Para la cirugía es necesaria una luz, manejada por el oftalmólogo, que ilumina la cavidad ocular mediante una fibra óptica; se precisa también un aparato que corta y aspira al mismo tiempo (el vitreotomo) y el ojo se conecta a una bomba de infusión de suero, de forma que se vaya manteniendo su volumen de líquido, según vamos retirando el material opaco. El cirujano mira al mismo tiempo el fondo de ojo a través de un microscopio.
La operación se realiza habitualmente con anestesia local, dura entre una y dos horas y es de alta especialización.
En caso de retinopatía diabética, puede ser necesaria para retirar hemorragias en vítreo, extraer tejidos proliferativos o reparar desprendimientos de retina.